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lunes, 23 de mayo de 2022

Reyes Pérez en "Las entrevistas de Heidy"

En las “Entrevistas de Heidy”, como ustedes saben su objetivo es contar historias, esas historias maravillosas que son contadas por quienes las viven,  en algunos casos nos avocamos con familiares o amigos cercanos a esos guatemaltecos que tienen algo que contar, que transmitir y aquí lo pueden hacer.  Digamos que queda plasmado como un documento para que sea leído por las próximas generaciones

En esta oportunidad presento a un director artístico, actor, director musical, catedrático de expresión corporal de la Academia de Teatro en la UP, docente y ha participado en varias obras de teatro y además ha sido modelo y locutor para anuncios de televisión.  Presento a ustedes a Reyes Pérez quien hoy nos cuenta su historia.

Me da mucho gusto presentar a un guatemalteco que ha realizado diversas actividades que conllevan entretenimiento a quienes han asistido a las diferentes salas donde se ponen en escena comedias y tragedias y es precisamente nuestro invitado a quien para iniciar nuestra charla le pregunto ¿De dónde es originario? Nací aquí en la ciudad de Guatemala, zona 1, en el año 1950, ahí crecí, por donde está ahora el edificio de Finanzas, luego nos trasladamos a la Reformita con mi mamá, en zona 12. Recuerdo haber disfrutado de la vegetación y cuando construyeron el puente del trébol y asfaltando la avenida Bolívar. 

¿Cómo recuerda la etapa de su niñez? Jugando con mis amigos en la calle, que en ese tiempo si se podía salir, recuerdo jugar en la naturaleza porque en ese tiempo todavía no se habían asfaltado varías partes de la ciudad.Y trabajé de todos los oficios en una lechería, panadería, carpintería, sastrería, vendiendo dulces, periódicos para ayudar a mi madre a salir adelante, éramos 5 hermanos, yo era el mayor y había que apoyar en la casa.

Y hablando de lo que le apasiona cuéntenos  ¿Cómo nace ese gusanito y pasión por dedicarse al teatro? Todo comenzó en el año 1969, donde yo estudiaba, llegó un maestro de títeres a darnos talleres.  Al pasar los días nos preguntó si queríamos participar en una obra de teatro que se iba a hacer para celebrar el día de la madre, con miedo sin saber a que me metía levanté la mano, me llamó mucho la atención. Comenzamos a ensayar un sketch llamando “Hospital para locos”, durante los ensayos nos divertíamos con las ocurrencias y chistes, cuando llegó el día de la función, estaba muy nervioso porque estaba toda mi familia y amigos en el público, el sketch fue un éxito y me sentí muy satisfecho al escuchar los aplausos de la gente y la admiración. Luego hicimos el “Brindis del bohemio” y me piqué.

Luego aprendí a ejecutar la guitarra y a tocar con varios grupos de ese entonces, hasta 1973, mi hermana me dijo que nos inscribiéramos en la Universidad Popular para el área de teatro.

Hablando de teatro ¿Cuál fue la primera obra a la que asistió como espectador? La primera obra que vi fue “Un loteriazo en plena crisis”, en el año 1973, en el teatro de la Universidad Popular con Carmen Solís Gallardo, Ariel Minera, Zully Withe, Josue Sotomayor, Jorge Rojas, entre otros. Que conocí cuando ingresé a la Universidad Popular.

La fui a ver, porque ya me había inscrito como estudiante de la Academia de teatro de la UP, la noche del viernes el maestro Rubén Morales en su clase nos dijo que estábamos invitados los nuevos a ver la obra de teatro, no tenía todavía mi carnet y no tenía el dinero suficiente para pagar la entrada a precio normal, estaba muy nervioso para entrar porque nunca había estado en una sala de teatro antes, y sale a las gradas de la entrada el maestro y me le acerco todo nervioso para decirle que si podía entrar que el había dicho que podíamos llegar y solo me miró y dijo “pase adelante, apúrese que ya va empezar”

Y me sorprendí bastante porque al ver la obra parecía una película en vivo, quedé maravillado y pensé yo quiero hacer lo mismo.

¿Qué significa en su vida el maestro Rubén Morales Monroy? ¿Cómo se conocen? Bueno el maestro Rubén era como un padre, aunque tenía su carácter, fue muy disciplinado y eso nos lo transmitió a varias generaciones que hoy en día aun hacemos teatro, tomar esto con profesionalismo y dedicación. El fue mi maestro de actuación, luego de egresar de la Academia, trabajé en varias obras que el dirigió aprendí mucho de la dirección con él. Recuerdo que me daba libros de teatro y decía: “¡Lea, lea patojo!” y no solo a mí sino a varios estudiantes de la promoción.

Luego me dio la oportunidad de ser asistente de dirección y director musical en varios montajes en los 70’s, la primera fue la obra de teatro “La Chalana” que dirigió el maestro Rubén la adaptación de Hugo Carrillo, tuve la oportunidad de aprender de esos monstruos del teatro.

¿Cómo puede definir el papel que desempeña en su vida la Universidad Popular? La defino como mi casa, ya que allí me dieron la oportunidad y las herramientas para desarrollarme en el teatro por el resto de mi vida, me dieron la oportunidad de dirigir el grupo de teatro para niños “UPecito” durante 5 años gracias al maestro Rubén, me abrió el camino para poder vivir de esto.

También conocí a mi esposa, Erika Urízar, directora y productora de teatro, la conocí en la UP. Por eso digo que la UP es muy importante para mí porque influyó en mi vida.

A propósito ¿en cuántas obras de teatro participó usted que fueron dirigidas por el maestro Morales Monroy? Fueron bastantes porque estuve desde 1973 hasta 1989, más o menos como 40, entre obras de teatro para estudiantes, teatro de fin de semana, festivales de teatro guatemalteco, misiones ambulantes que eran en el interior del país.

Si le digo “Sociedad Teatral” ¿Qué traigo a su mente? Mi hogar, mi vida, porque la fundamos con mi esposa, en esta agrupación de teatro que originalmente se llamó “Sociedad Estética Teatral” hemos hecho de todo, especialmente teatro para niños, ya son 24 años de hacer teatro para niños y estudiantes.

¿Con qué otros directores trabajó? Con Rodolfo Mejía Morales en la UP, fue con él mi primera obra, con el maestro Hugo Carrillo, con Alfredo Porras Smith. Fuera de la UP, con Manuel Corleto, Salomón Gómez, José Manuel de La Puente, Luis Garistú, Roberto Oliva, Miguel Cuevas, Zoel Valdés en folklore, Manuel Lisandro Chávez, Julio Miranda, Erika Urízar, etc.

¿Puede mencionarnos algunas comedias y tragedias en las que participó? Las más destacadas El Señor Presidente en el ’75, La Chalana, Torotumbo, Tupac Amaru, Pascual Abaj, Los árboles mueren de pie, El pescado indigesto, Nuestra Natacha, El Benemérito Pueblo de Villabuena, Pan para tu matate que fue una creación colectiva donde fue un éxito en ese entonces. Afortunadamente fueron bastantes y de género variado.  

¿A qué actores de la época de oro del teatro guatemalteco ha admirado? Tuve el gusto de ver a Consuelo Miranda, compartí con Mildred Chávez, tengo la anécdota con ella como ayudante de dirección le recordé que un movimiento estaba malo y ella solo me vio y me dijo “tenes razón patojo”, compartí con Mario Abal, Frida Henry, María Teresa Martínez, Baudilio Ordoñez, Manuel Flores, Juan Luis Donis, Haroldo Vallejo, Roberto Mendizabal, Julio Díaz, entre muchos otros…

Ahora bien ¿Qué nos cuenta de su experiencia como director en obras de teatro? Después de varios años observando al maestro, aprendiendo como asistente de dirección, la primera experiencia fue en 1984 con “Pan para tu matate” que fue una creación colectiva donde todos aportamos, esto me dio la seguridad para dar el paso hacia la dirección y mi primera obra como director fue “Barquitos de Papel” en 1985 para el grupo de teatro para niños de la UP…”Upecito”, tuvimos la bendición de que fuera exitosa y estuviera en temporada durante 3 años, posteriormente dirigí otras obras en Upecito durante 5 años, y luego como docente de teatro en las escuelas públicas, en Sociedad Teatral he dirigido y he apoyado en la musicalización de las obras. También tuve la oportunidad de ser el director de teatro del Banco de Guatemala, donde realizamos diferentes comedias, desde 1986 hasta 1989.

Fui director artístico del grupo de proyección folklórica de Zoel Valdés por 5 años donde recorrimos toda Guatemala, también fui director del grupo folklórico “Guatemarimbas” donde fuimos invitados para representar a Guatemala en Europa, específicamente en Francia y España, fue una inolvidable experiencia que recuerdo con cariño. 

 Y ¿Cómo director musical? Mi primera oportunidad me la dio el maestro Rubén y el maestro Carrillo en “La Chalana” donde al elenco les enseñé a cantar y a tocar guitarra, ya que paralelamente estuve por mucho tiempo en bandas y conjuntos musicales de la época, y afortunadamente gané el OPUS como Mejor Musicalización de una Obra de teatro, los OPUS eran otorgados por el Patronato de Bellas Artes, eran como los Premios Oscar del teatro guatemalteco.

Tuve la bendición de ganarlo dos veces, la segunda vez fue en el ’84 con el “Pan para tu matate” donde compuse todas las canciones; a mis obras de teatro para niños siempre les compuse canciones.

Actualmente mis canciones participan en un proyecto financiado por ADESCA para la obra de teatro “Viva la Aritmética” y muy pronto mis canciones estarán en la obra para niños “Cocay, la Luciérnaga – Leyendas del Mayab” que será presentada en el marco de la iniciativa Espacios del Ministerio de Cultura y Deportes

Pero usted también tiene una amplia experiencia como docente ¿cuéntenos al respecto? Si estuve 30 años trabajando como Maestro en Arte, especializado en Teatro, con Educación Estética del Ministerio de Educación en las escuelas de primaria, así como en colegios y academias de arte en ONG’s y municipalidades, tallerista en algunos cursos de Ciencias de la Comunicación de la USAC.

En las escuelas realice innumerables montajes en los festivales escolares de teatro, en la desaparecida Educación Estética del Ministerio de Educación.  Siempre me base en la Educación por el Arte, que es un concepto que no busca formar artistas sino el desarrollo integral de los niños para su futuro.

El modelaje, los anuncios y la locución también han sido parte de carrera profesional ¿Qué nos cuenta al respecto? Ha sido un aspecto muy lindo y lo he disfrutado, mi primera experiencia fue en la telenovela “Azul” en el ’75 fue la primera telenovela guatemalteca con actores y equipo guatemalteco, dirigida por el maestro Rene Molina y escrita por el maestro Manuel Corleto. Desde ahí no he parado, he sido extra, principal, secundario, ha sido una experiencia muy agradable, recuerdo que protagonicé un anuncio para Cementos Progreso y la gente cuando me miraba en la calle me pedía que le consiguiera cemento. Han sido años de experiencias y anécdotas en cada grabación muy lindas.

¿Cómo ve el teatro del siglo pasado en comparación con el actual? En el de antes había disciplina, compromiso, pasión, entrega y amor por lo que se hacía, existía un respeto hacía los maestros y lo más importante es que existía un tipo de misticismo para el teatro, no se anteponía el dinero antes que el arte, debido al contexto social de la época se hacía un teatro más comprometido y de denuncia y el público lo respaldaba. Los ensayos eran de más de 3 meses, tratando de perfeccionar cada aspecto de la creación artística.

Ahora tengo la sensación de que se perdió el misticismo para el teatro, eso de querer estar en las tablas, ahora en los ensayos y en las funciones veo que le dan más prioridad a tomarse fotos antes de repasar el libreto o ver que aportes se pueden realizar durante la creación. Ensayar más de dos semanas, es demasiado ahora. Pero en fin puede ser que los tiempos cambian y hay que adaptarse.

Usted ha recibido reconocimientos ¿puede mencionarnos algunos? Claro, recibí dos OPUS, ambos por mejor musicalización, uno para “La Chalana” y el otro por “Pan para tu matate”, además del OPUS por mejor obra con “Para para tu matate”.

En la docencia tengo el gusto de que tres promociones de 6to. primaria llevan mi nombre, eso para mi es de mucho orgullo porque significa que más de algo bueno hice.

El grupo Comedia Camaleón me otorgó un reconocimiento a mi trayectoria teatral.  

¿Actualmente sigue vigente en los escenarios? Gracias a Dios, sí. Con Sociedad Teatral no hemos dejado de hacer teatro, mi esposa dirigiendo, mi hijo administrando la compañía y yo actuando. Próximamente estaremos con la obra de niños “Cocay” que ya había mencionado, nos pueden seguir en las redes de la agrupación para ver que fechas estaremos en cartelera.

También tengo el gusto de tocar en la marimba “Unión Sanluqueña” yo tocando el bajo y contrabajo. Y próximamente en anuncios.

Así que puedo decir, si continuo vigente y el próximo año cumpliré 50 años de trayectoria.

¿Cómo le gustaría que recuerden su trabajo? Bueno, como todo artista vanidoso, primero que me recuerden y que no se olviden de mí. Luego que todo lo que hice fue con pasión, entrega, disciplina y con profesionalismo, me he topado con exalumnos y público de teatro de antes que me dicen que aún recuerdan mis clases, mis canciones y los montajes que hacíamos.

¿Puede dejar un comentario para quienes lean la entrevista? Bueno un saludo para toda la gente que se toma el tiempo para leer esta entrevista y que apoyan y se interesan por sus artistas, por los artistas de su país. Gracias a Heidy por su apoyo a los artistas nacionales, que crear y mantener este tipo de espacios es una tarea ardua y quijotesca. Un saludo para los compañeros que compartimos estos recuerdos y vivimos una etapa importante en el teatro guatemalteco y para las nuevas generaciones que no desfallezcan en este arte que gracias a ellos podemos mantener vivo el teatro en Guatemala.






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