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sábado, 27 de febrero de 2016

LA CARA AMIGA DE "JESÚS ALVARADO MENDIZABAL"



Hoy comparto con ustedes una de esas entrevistas que aunque no lo crean es difícil porque a quien presento en “La cara amiga de los invitados de Heidy”, es un connotado periodista que trabajó desde muy joven en la profesión y además, fue uno de los promotores en la creación del IPSP, su nombre Jesús Alvarado Mendizábal ·Don Chusito”, quien pro primera vez nos contará muchos aspectos de su vida que ha guardado como un tesoro.

Pues sin más preámbulo doy inicio a la entrevista en la que les prometo tendrán la oportunidad de conocer aspectos interesantes de una Guatemala que se vivió en el siglo pasado.

Don Chusito bienvenido a este espacio donde se les abre las puertas a personas que como usted tienen muchas cosas que contar y compartir, así que prepárese para hacer un recorrido a través de los recuerdos.

Antes que nada quiero que nos comparta ¿Cuál fue el barrio que lo vio crecer? Nací en Mazatenango, Suchitepéquez, en la calle Matamoros número 16, a dos o tres cuadras del centro, del parque y la iglesia, el 20 de marzo de 1926.

¿Cuántos hermanos tuvo y qué relación ha tenido con ellos? Fuimos cinco hermanos. Yo fui el último y la relación fue extraordinaria. Actualmente somos sólo dos: Alfonso, ex integrante de la Orquesta Sinfónica Nacional y excelente catedrático de Apreciación Musical. Otros hermanos, fallecidos, fueron Manuel, Violoncelista especializado en Gran Bretaña, fundador y mantenedor (sin apoyo financiero oficial) de la Sinfónica Juvenil de Guatemala, ahora ya casi olvidada; René, médico y cirujano, pediatra ex director de los hospitales  Regional de Coatepeque  el Infectocontagioso. La única mujer, Hilda Amparo al casarse no concluyó sus estudios.

¿Dónde realiza sus estudios básicos y de qué se gradúa? Es algo enredado. mi padre, maestro Jesús María Alvarado Velásquez (excelente compositor de música valses, marchas,  música de su época y para niños; se dedicó casi toda su vida productiva como profesor de canto)  en Mazatenango sólo le pagaban Q 9.00 mensuales en tiempo del general Jorge Ubico. Cuando nos trasladamos a la capital en 1939 mis hermanos ya realizaban estudios.
Mi padre fue maestro de capilla y como no tenía trabajo fijo, en las iglesias debía aceptar lo que le pagaban: cincuenta centavos por misa y veinticinco centavos por rezo. Básicamente fueron limitaciones económicas las que no me permitieron estudiar bachillerato o magisterio (no existía diversificado) y dos de mis hermanos estaban becados el Conservatorio. Por ello, la primera fase de mis estudios se quedó con el sexto de primaria hasta que al ser creada la Escuela Centroamericana de Periodismo me inscribí en Capacitación Periodística, con la oferta del Director Lic. David Vela, que al ganar los cursos de Profesionalización, se equivaldría al bachillerato.  Esto no resultó cierto y al quedar claro todo, varios alumnos hicimos múltiples gestiones hasta que permitieron ingresar a Capacitación   Humanística. Al ganar, continué en la Escuela y obtuve licenciatura en Ciencias de la Comunicación.

¿Siempre soñó con ser periodista? En realidad, no. Mi deseo era música o derecho. Como no podía estudiar, entré de aprendiz una imprenta que estaba en la novena calle y once avenida, zona uno. Tomaba  fotografías con las antiguas cámaras “de cajón” que usted seguro no conoció. Con apoyo de un casi tío,  compaginador en el diario El Liberal Progresista (del partido Liberal Progresista que era propiedad de Ubico) entré sin salarios, ayudante del fotógrafo Augusto Mendoza Zepeda. Él me inició en la fotografía periodística. Logré el puesto de portero del Director del periódico con sueldo de Q 16.00 mensuales.

De aquí pasé al departamento fotográfico de joyería La Marquesa con Lionel Stein Liebes (padre del ex vicepresidente). Al poco tiempo me pidieron de El Liberal que por enfermedad de Augusto los apoyara fotográficamente. Lo hice y al no poder recuperar Augusto su salud, falleció. Entonces me pidieron me hiciera cargo de la plaza. Así se inició mi actividad en el periodismo remunerado.

A propósito a ¿Qué edad descubre su pasión por el periodismo? Puede considerarse que un año antes de iniciarme en el periodismo remunerado en El Liberal Progresista: 16 años.

¿Tiene algún documento de identificación que lo compruebe? tengo una credencial extendida por el Director del periódico Lic. Ricardo Peralta. Conviene destacar que entonces las credenciales de periodistas debían ser razonadas en la Policía Nacional. La mía está firmada por el general David H. Ordóñez. El colega Francisco Villatoro Argueta (ya fallecido) en columnas que escribió en Diario de Centro América, reprodujo una nota de un agasajo que en aquel tiempo (más o menos 1943) el propietario del club nocturno Ciros agasajó a un grupo de periodistas y entre ellos estoy yo.

¿Cuál es el primer acontecimiento que cubre y qué recuerda de ello? Honestamente, no recuerdo. Son casi 75 años. Probablemente fue algo intrascendente.

¿Qué tipo de actividades le tocaba cubrir? Todas. Como fotógrafo (sólo había uno) debía asistir a las actividades a las que se requería  reportero. Sólo era fotógrafo y nos reuníamos en las actividades con los colegas de los otros dos medios: Nuestro Diario (Juan Vera, además era el fotograbador), Ovidio Rodas Corzo (padre de Ana María Rodas), Rafael Morales y ocasionalmente con Francisco Muñoz, fotógrafo oficial de Ubico.

¿Qué recuerdos tiene de su participación en los VI Juegos de Centro América y El Caribe que se llevaron a cabo en Guatemala del 8 de febrero al 12 de marzo de 1950? En 1950 trabajaba en Diario Latino de San Salvador, a donde tuve que salir prácticamente exilado por los sucesos de junio cuando en la manifestación del 25 fui herido por la policía y el ejército que disolvieron la manifestación. Son recuerdos imborrables. Parecía inconcebible que trabajando en el periódico que prácticamente era de Ubico y  el partido Liberal, hubiera cubierto cómo la policía y el ejército disolvían a los manifestantes.

Diario Latino me envió para que cubriera esas actividades deportivas. Uno de los acontecimientos que recuerdo fue el juego de futbol entre las selecciones de México y Guatemala, que casi se convirtió en una real maratón porque existiendo empate, no se dilucidó como se hace ahora. Tuvo tanta duración el juego que recuerdo al “Soldado” De León, que era evidente su agotamiento físico.

¿Recuerda si hubo alguna personalidad que le cautivó o le llamó la atención? ¿Y por qué? Estuve en  contacto con quienes cubrían deporte con quienes reanudé amistad porque mi salida de Guatemala fue en 1944. Ahora ya todos son fallecidos. Mi relación fue básicamente con colegas y la oficina de divulgación que estaba a cargo de José Alfredo Palmieri.
Conocí a un fotógrafo de Suecia, Gey Grünner contratado por el comité organizador. Excelente fotógrafo, sus trabajos tenían muy buena calidad técnica. Aquí se casó, vivió a escasas tres cuadras de mi vivienda y aquí falleció. Con Gey hicimos amistad además de la relación gremial. Guardo de él un grato recuerdo: la fotografía que en un descanso me tomó en el estadio con la cámara Speed Graphic  con la que yo trabajaba.

¿Recuerda que le gustaba hacer además de hacer periodismo? Desde Mazatenango me inicié en el estudio de guitarra y llegué a formar parte de la Estudiantina Morse. Mi ilusión era interpretar el Concierto de Aranjuez, pero pronto me percaté que se requeriría mucho estudio. De mi padre, algo heredé del campo musical y ejecuto –a medias y no bien- algunas melodías en el piano. En los últimos 15 o 20 años me incliné a la computación con la idea de trasladar al pentagrama la mayor cantidad posible de la música de mi padre. He logrado digitalizar los diez libros que por propio esfuerzo, logró publicar, dos óperas y un ballet para párvulos.

¿Cómo llega a la Escuela de Ciencias de la Comunicación? Parcialmente la respondí en otra pregunta. Fui alumno de la Escuela Centroamericana de Periodismo que de ello no tuvo más que el nombre porque sólo llegó (y no se graduó) un periodista de Honduras. Participé en el movimiento de separación d la Escuela de la Facultad de Humanidades. Siendo Secretario por segunda vez, quizá por el desempeño surgió idea que podría ocupar la Dirección cuando concluyera su período el Lic. Carlos Interiano. No promoví mi candidatura. Me apoyó el Frente de Integración Reivindicatorio del Movimiento Estudiantil, FIRME, que tenía el control de la Asociación y simpatía en el sector docente. Cuando pretendí ejercer el cargo de Director me retiraron ese apoyo. Fue un tiempo muy duro cuando se registraron hasta amenazas de muerte que estuve a punto de renunciar. La lucha fue tan sórdida, que a la licenciada Clara Luz Jimeno, representante docente en la Comisión Directiva le enviaron a su casa una corona mortuoria; eso la condujo a renunciar. En las nuevas elecciones, ganó el grupo adversario ASA (no recuerdo el nombre) y sin ser miembro del grupo, me tomaron como miembro de FIRME. Es decir, casi todo el tiempo estuve solo en la Dirección.

Como director de la ECC ¿propició algunos cambios? Algunos fueron alcanzados parcialmente y otros no fue posible. Cuando concluyó su período el licenciado Roderico Segura Trujillo y asumió el doctor Juan Alfonso Fuentes Soria, la Escuela perdió el respaldo que tuvo con el licenciado Segura Trujillo. Estos son algunos de los puntos ejecutados, otros han quedado casi en el olvido: 1.- Trasladar la Escuela al edificio S 11. Por nuestra gestión, el Consejo Superior Universitario nombró una Comisión  que,  con excepción del Decano de Ciencias Económicas aprobó asignar a la Escuela el S 11, pero no fue aprobada por el Consejo Superior Universitario. 2.- Se rompió el bloqueo en los medios de difusión informativa que rechazaban a estudiantes para sus prácticas. Al entregar la Dirección, alrededor de 50 estudiantes y graduados ya trabajaban con salario en medios impresos, radiales y televisivos, algunos con puestos de mando.

3.- Fue adquirida una pequeña red de cómputo con once terminales para docencia y administración, red podría ampliarse para 50. 4.- Fue comprado un duplicador para imprimir documentos de los docentes y uso de los estudiantes de prácticas periodísticas. 5.- Compra de cuatro cámaras de video VHS, un generador de caracteres, tres videograbadoras. 6.- Por falta de recursos económicos, sólo fueron compradas veinte máquinas (no eléctricas) y un Fax para comunicación con el exterior. 7.- Aprobación de las Normas Generales Provisionales para Elaboración de Tesis. De 60 egresados desde la transformación, en mi período fueron 50. 8.- Apoyo al Congreso de Reestructura Curricular en mayo de 1991. 9.- Con la colaboración de la Escuela de Ciencias Psicológicas por conducto del Departamento de Ayudas Audiovisuales, la Escuela obtuvo el servicio de Televisión Educativa Española. 10.- La Escuela de Vacaciones funcionó con regularidad. No fueron muchos, pero sí importantes.

¿Cuéntenos de su experiencia como relacionista en el Ministerio de Finanzas? Ingresé al Ministerio de Finanzas Públicas con apoyo de quien era asesor del Despacho, Carlos Guzmán (ya fallecido). Trabajé más de seis meses sin salario porque el nombramiento no salía. Mi función era Encargado de Información. Cuando el Lic. Guzmán se retiró, el Ministro Marco Tulio  Búcaro me ascendió a ese puesto. Trabajé con 15 ministros y mi experiencia fue enriquecedora. No tuve ninguna llamada de atención. En tiempo del doctor Figueroa Villate (militar que llegó con el golpe de estado), fue de quien más apoyo tuve aunque primero me removió y requirió  que en 15 días le presentara un trabajo de aduanas. Cuando se lo entregué me dio tal apoyo, que sólo el Ministro y yo podíamos dar información. Incluso él me mostró una carta y me dijo: vea cómo son sus colegas. En esa carta pedían mi despido y proponían tres candidatos. No le dio atención y la rompió. 

En una ocasión me entregaron un sobre de Relaciones Públicas de la Presidencia. Al entregárselo me preguntó: ¿cuál es su opinión? Le respondí que iba dirigido al Ministro me dijo: ¿y no es mi asesor? Le dije: disculpe, no volverá a ocurrir y le pedí que era necesario estar en las  reuniones, salvo por asuntos confidenciales. Desde entonces la comunicación fue permanente. Varias veces me trasladó documentos hechos por otros funcionarios para que le diera mi opinión. Con prácticamente todos los colegas (excepto uno) tuve excelente Relación. Ninguna dirección daba informaciones; fueron canalizadas por mi conducto.


Usted ha realizado varias actividades de las que quizás muchos no conocen, por ejemplo ¿En qué año llega a la Asociación de Periodistas de Guatemala y qué nos puede decir de esta entidad de prensa? ingresé a la APG en junio de 1948. No recuerdo el número de registro asignado. Ahora tengo el 56; de los poquísimos con número de dos dígitos.  Fui vocal, secretario tesorero (seis veces) y presidente dos veces. Ahora, estoy como asociado adjunto porque ya no realizo ninguna actividad periodística remunerada. En una época la APG fue casi un club social en donde departían trabajadores y empresarios hasta que fue creada otra entidad de prensa.
Cuando el entonces presidente Julio César Méndez Montenegro inauguró lo que pretendía ser la Colonia del Periodista  (en El Tesoro) estábamos en el bar con el ex acalde y asociado a la APG Ramiro Ponce Monroy a quien, cuando conversaban sobre una marimba que amenizaba la reunión le dije: ¿Por qué no le pedís al presidente que done una marimba a la APG? De inmediato se lo trasladó Ramiro y el Lic. Méndez Montenegro dijo: claro que sí. En esa forma surgió la marimba APG. Formé parte del conjunto que tuvo muy buena aceptación porque mantuvimos la pureza del instrumento, sin batería y no amenizábamos reuniones.
Tuvimos varios directores que nos adiestraron: un tiempo, mi padre, Jesús María Alvarado, don Everardo De León Cifuentes y don Ángel Eduardo Franco, los tres fallecidos. En mi primera presidencia (1993) fue la primera presentación pública en el Teatro Nacional al presentar la  Historia de la Marimba el Dr. Carlos E. Álvarez y Ovidio Urízar Montúfar. Fuimos a El Salvador y en otra ocasión la llevaron a Estados Unidos cuando no era parte del conjunto. Con el fallecimiento de don Ángel Franco se desintegró el conjunto y ahora el instrumento está en la APG con el riesgo que de no ejecutarse, se puede deteriorar. De los ocho integrantes del conjunto, sólo sobrevivimos dos: Luis Emilio Chávez Montúfar y yo.
¿Qué recuerda de su período como Presidente de la APG? Además de la defensa de la libertad de emisión del pensamiento, en el primer período una de las veces que fui tesorero, fue frustrante entregarle Q 200.00 a la viuda de un estimado asociado: Había un reglamento, pero el Fondo de Auxilio estaba nivel muy bajo porque los muchos asociados tardaban en pagar los llamamientos de Q 5.00. En mi período fue modificado el reglamento. El Fondo quedó declarado Privativo y obligatorio realizar por lo menos una actividad anual para fortalecerlo. Esto casi no se cumple. En la recepción del Día del Periodista cuando se impuso la Orden del Quetzal a nuestra Bandera, en presencia del entonces Alcalde José Ángel Lee le pedí al general Mejía Víctores, jefe de estado, la permuta pura y simple del terreno de la APG en la novena avenida, por la casa de la catorce calle. Aceptó el general Mejía y ofreció (y cumplió) darnos cincuenta mil quetzales para iniciar los  trabajo de acondicionamiento.

El segundo período fue de beneficio social. Participé en la elección con el objetivo de lograr la aprobación del proyecto del Instituto de Previsión Social del Periodista, del que en otra ocasión podremos tratar ampliamente. Con excepción de uno, la planilla ganó todos los cargos.  A Finales de septiembre presenté a la Junta Directiva el anteproyecto que tenía más de 60 artículos. También excepto uno, todos apoyaron, discutieron y aprobaron el proyecto. En la sesión de octubre lo presentamos a la asamblea que lo recibió con cierta frialdad, incrédulos que se podía lograr. En un desayuno (29 de noviembre) con motivo del Día del Periodista en presencia de los asistentes entregué al entonces presidente Cerezo Arévalo el anteproyecto y le solicité su respaldo, que ofreció pero nunca llegó. Ese día, con los colegas Eileen Rivera, Julio Edgar García y Joaquín Medina Bermejo entregamos al Congreso de la República el anteproyecto del IPSP.

¿En qué ha cambiado el periodismo del siglo pasado al actual? Hablo de mediados del siglo XX. Entre otras cosas que sería necesario analizar con mayor detenimiento, ahora hay más trabajos de investigación, pero ya no existe la crónica parlamentaria. Poca aplicación del criterio de redacción de la noticia. Antes, al reportear en el sector gubernamental, sólo abríamos la puerta del Despacho y si esta sólo el Ministro, entrábamos. Había mucho respeto para el periodista y hasta en el vestido, nadie trabajaba sin saco y corbata. En el plano fotográfico, la fotografía a color y la tecnología son valiosa herramienta.

 Trabajábamos con cámaras Leica sólo blanco y negro. La escasez de material para fotos nocturnas o interiores (aún no había película rápida) un  flash lo aprovechábamos cuatro: Ovidio Rodas Corzo, Rafael Morales, Juan Vera y yo. No había aún  sincronización en las cámaras; abríamos la cortina y a la cuenta de tres se quemaba el flash. Fueron  tiempos difíciles; uno revelaba la película y hacía las fotos. Si había mucho calor, la emulsión de la película se levantaba. No teníamos la posibilidad de tomar ocho o diez fotos para escoger una.

En esta profesión también se hacen amigos ¿Con quiénes de sus colegas ha hecho una amistad entrañable? En el pasado (y en la actualidad) mantuve (y mantengo, en su caso muy buena relación)) con periodistas como Fernando Molina Nannini, Germán Duarte Castañeda, Ángel Monasterio Pacheco, Ángel Ramírez Maldonado, Enrique Parrilla Barascut, José Santacruz Noriega, Carlos Gómez Ralón, Marco Tulio Barrios, Erwin Azurdia Acuña, José Antonio González, Roberto Paz y Paz, Alicia Carrera,Héctor Cifuentes Aguirre, Irma Flaquer, Eduardo Villatoro, Pedro Julio García, Álvaro Contreras Vélez (todos fallecidos), Eliseo Alburez, Isabel Arriaga, Rafael Matta Retana, Ana María Rodas, Julio Trejo Pineda, José Zamora, Leonel Guerra Saravia, Mario Adler R., Joaquín Medina Bermejo, Luis Morales Chúa, Félix Loarca Guzmán, Belia Pinto de Meneses, Lucía Dubón, Eileen Rivera, Ileana Alamilla y usted Heidy, algo especial desde la Escuela.

¿Qué traigo a su mente si le menciono el 22 de noviembre de 1990? que ese día fue publicado en el Diario de Centro América el Decreto 56-90. Por fin, ya se veía que el proyecto en el que tanta esperanza tenía, iba en camino de ser realidad.

¿Es usted del padre del IPSP?  Pregunto esto porque muchas personas estuvieron involucradas pero la idea tuvo que ser de una. En efecto, algunos afiliados así dicen. Muchos también, ignoran todo el trabajo que fue necesario para estructurar el anteproyecto. Parte de mi trabajo está incluido en una de las respuestas. Álvaro Enrique Palma Sandoval (ya fallecido) tuvo un proyecto que era dirigido sólo para miembros de la APG. En 1983, en Montevideo, Uruguay, en una reunión de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Periodistas de la que fui vocal, tuve oportunidad que el entonces presidente del Colegio de Periodistas de Honduras me refiriera lo que para ellos era su Instituto. Entonces surgió la idea de hacer algo similar en Guatemala, sin imaginar todos los tropiezos que encontraría en el camino hasta lograr su funcionamiento- Ahora, el Consejo sus integrantes son mayoritariamente de más o menos reciente ingreso. Al año siguiente de entregar al Congreso el anteproyecto, la nueva Junta Directiva de la APG no permitió que formáramos parte de la comisión de seguimiento Quedan muchas cosas para hablar sobre el IPSP. El Instituto, es la mayor conquista PARA (y no de) los periodistas.

Al pasar muchos años de ejercer el periodismo ¿Alguna vez ha pensado como sería su vida si hubiera sido músico? honestamente, nunca he pensado en eso.

En síntesis ¿Cuál es la herencia que usted ha dejado en el periodismo? Aunque algunos afiliados ha llegado hasta negarme el trabajo ejecutado y haber sido autor del anteproyecto original, estoy satisfecho porque mi contribución permite que   el gremio tenga protección social, no sólo la generación actual sino las futuras. Dependerá del cuidado que tengan en su conducción. En mi paso por el periodismo he dejado esa imborrable huella. Tengo e laural nadie me podrá arrebatar. Mi lucha y vigilancia del Instituto ha sido permanente y seguirá siendo, hasta cuando Dios me lo permita.


¿Cómo le gustaría que se le recordara en unos años? Que en el trabajo por el Instituto no perseguí interés personal y que sólo pensé en el gremio  que carecía de protección social. Mi deseo ha sido que dentro de unos cien años, quienes ingresen al IPSP digan QUÉ BIEN QUE FUE CREADA ESTA INSTITUCIÓN.

¿Puede enviar un mensaje para las personas que lean la entrevista? que cuando un proyecto es beneficioso se le debe dar todo el trabajo posible. A afiliados y afiliadas, que en el trabajo para el Instituto no hubo el mínimo interés personal. El Instituto constituye el reconocimiento de la sociedad a los periodistas aunque, a veces, por nuestra culpa, carecemos de la simpatía que de la sociedad podríamos recibir. Deben cuidar y proteger esta bendita institución y evitar cualquier riesgo como sucedió en el pasado reciente. A usted. Heidy, mi agradecimiento por darme una      oportunidad que para mí ha sido muy valiosa y provechosa. Disculpe la extensión aunque traté de reducirla pero hay tanto material, que no pude lograrlo. Me hizo recordar tiempos idos.

Quiero agradecer a don Chusito el tiempo que se tomó para contestar este cuestionario y conocer muchos aspectos de su vida que hasta ahora no se habían contado.  Gracias por la confianza depositada en mi persona. 





Les invitamos para que se unan al grupo de "Artistas de Guatemala para el Mundo" en este link http://on.fb.me/1sn2wSf el cual tiene como propósito compartir videos, fotos, anécdotas y todo lo de nuestros artistas en las diferentes décadas.

También ponemos a su disposición el grupo “Un siglo de anuncios”, un espacio donde pueden compartir o comentar los post que se publiquen http://on.fb.me/1vASm2g

Las entrevistas las pueden leer en los siguientes links:




Entrevista realizada por Heidy Sandoval Ruiz



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