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domingo, 28 de mayo de 2017

LA CARA AMIGA DE "ANA LUCIA MENDIZABAL"


En “Las entrevistas de Heidy” en esta ocasión conocerán la historia de una periodista que ha ocupado puestos de correctora, reportera, redactora, jefa de información, coeditora y editora en medios de comunicación escrita.  Hoy conoceremos la historia de “Ana Lucía Mendizábal Ruiz”, una colega que nos contará cuándo surge en ella el deseo de dedicarse a esta profesión, sus logros, sus sueños y sus proyectos.

Doy la bienvenida a Ana Lucía a este espacio donde se puede decir lo que se quiere y en otros medios no se puede.

Imagínate que a veces no es tan fácil entrevistar a una colega, pero hay que contar tu historia y pues la inicio preguntándote ¿Qué recuerdos tienes del barrio donde creciste? ¿Cuál era? Mis padres vivían en la zona 2, y sus primeros años de casados habitaron un apartamento en la casa de mi abuelito. Pero cuando yo tenía menos de un año, nos trasladamos a la colonia Primero de Julio, en donde viví más de 35 años. De quienes guardo los mejores recuerdos en esa colonia es de mis vecinos más cercanos, los Aquino Marroquín, quienes hasta ahora siguen siendo mis mejores amigos, casi hermanos.

¿Recuerdas  el ambiente familiar en tu casa? Sí, claro. Mi papá era Daniel Vicente Mendizábal Lemus. Trabajaba en el Banco de Londres, que luego se llamó Lloyd’s Bank. Mi mamá, Anicia de Jesús Ruiz Cancino es maestra, pero se quedó en casa para cuidar de nosotros. Yo fui la mayor de tres hermanos. A mi hermana Águeda Geraldine le llevó un año y medio, y a Melvin René, siete años y medio. Yo era bastante apegada a mi mamá. No era muy sociable. Mi hermana en cambio, sí lo era y mi hermano era el líder de su grupo de amigos. Siempre fui (y sigo siendo) muy ingenua, lo que me valió que mis hermanos se rieran a costa mía.
Con el equipo de Prensa LIbre

¿Qué te gustaba jugar? Yo siempre fui algo así como una “niña marciana”. No me gustaba mucho jugar, sino leer, inventar historias que me contaba a mí misma (hasta la fecha hablo sola). Aprendí a leer a los cuatro años, y no dejé de hacerlo. Me recorrí más de una vez toda la colección de “Selecciones” que mi abuelito tenía en su librera, que abarcaba desde los años 1940 hasta los 1970. Sin embargo, hubo un tiempo que jugaba con mi bicicleta y fingía que yo misma la arreglaba.

¿De qué establecimiento educativo te gradúas y qué sigues estudiando posteriormente? Estudié toda la secundaria y me gradué del Instituto Normal para Señoritas Centro América (INCA). Soy Maestra de Educación Primaria Urbana.

¿A qué edad surge en ti el deseo de ser periodista? La verdad es que mi encuentro con las Ciencias de la Comunicación fue bastante inusual. Yo no tuve muy clara la vocación. Luego de graduarme como maestra, decidí estudiar un curso de computación (eran los 80 y en aquellos tiempos estaba en auge). Según yo, podría gustarme estudiar ingeniería en sistemas, pero, aunque aprobé el curso, que era algo así como introductorio, me di cuenta que lo mío estaba en Humanidades. Llegué a la Universidad Rafael Landívar sin mucha noción de lo que quería. Sin embargo, ya tenía 18 años y debía decidir. Así que leí el pensum de estudios de Ciencias de la Comunicación y me inscribí.

A propósito ¿Hay periodistas de nuestro país que admiras y por qué? Si me pongo en el plano histórico, no puedo dejar de reconocer a personajes que eran verdaderos intelectuales como el caso de David Vela, y mártires de la verdad como Irma Flaquer. Sin embargo, debo confesarte que he admirado a muchos de mis compañeros de trabajo, no solo por el talento, sino sobre todo por su entrega. No quiero dejar fuera  a ninguno, por eso no menciono nombres, pero te diré que he aprendido muchísimo de gente mayor, pero sobre todo de personas mucho más jóvenes que yo.

Con uno de los equipos de Siglo 21
¿Recuerdas cuándo empezaste en esta carrera, en qué medio y haciendo qué? Yo ya había cerrado la carrera de Comunicación cuando decidí buscar trabajo en prensa. Vi dos anuncios, uno de “copy” y otro de corrector. (Te cuento que la especialidad de mi licenciatura fue Publicidad). Envié mi curriculum a ambas opciones y resultó que las dos eran para trabajar en Prensa Libre. Sin embargo, me hicieron las pruebas para el puesto de correctora. El 31 de noviembre de 1991, al medio día, recibí la noticia de que había superado las pruebas y que era la nueva correctora de estilo de la sección Suplementos Especiales. Fui correctora una semana y en ese tiempo, los suplementos navideños se multiplicaban y una semana después de haber llegado, empecé a escribir, y al mes me habían nombrado como asistente.

Dentro de tu trabajo ¿Qué puestos has ocupado? Como te decía en mis inicios fui correctora, luego reportera y más tarde editora. Fui Jefa de Información en Revista Amiga. En 1996, mi segundo jefe en Prensa Libre, Gerardo Jiménez se fue para ser director del proyecto que más adelante sería Diario Al Día. Yo me fui con él, sin saber si quiera de qué se trataba. Yo fui la segunda empleada de la redacción de ese matutino. Cuando empezamos, en la oficina había una silla, una mesa que se movía y un teléfono. Desde ese aparato, llamé, a pedido de don Gerardo, a la mayoría de los que conformaron el equipo, en los inicios de ese diario. Empecé siendo reportera de nacionales y a los pocos meses me convertí en la editora de la sección que se llamó Viva la vida y luego Viva. 

Después fui coeditora de la sección Estrellas y Familia en Nuestro Diario. Más adelante, luego de un conflicto en ese matutino, nos adentramos en un proyecto que se llamaba laguiadeguate.com. Ahí fui redactora y editora. Más adelante se fundó el Diario Hoy, en donde terminé editando dos secciones, antes de que se declarara en quiebra. Trabajé tres semanas en un semanario que se llamó “El Día a Día”, antes de que me llamaran de Siglo 21. Ahí, empecé en la sección de Nacionales, y por cinco meses cubrí las noticias del Ejecutivo. Más adelante, renuncié pero me pidieron que me quedara en la sección “Vida”. Empecé nuevamente como reportera.

Entrevista con el poeta Eduardo Villalobos
A propósito ¿Cómo recuerdas tu paso por la sección “Vida”? De verdad, debo confesarte que en Siglo 21, rodeada de jefes bastante más jóvenes que yo, aprendí a ser periodista de Cultura. El ambiente en esa redacción era sumamente exigente y yo debí disciplinarme mucho más, porque tenía cerca a algunos de los más talentosos periodistas, y ellos esperaban mucho de mí, debido a mi edad.

¿En qué medios escritos has laborado y cubriendo que clase de nota? En Prensa Libre, mi fuerte fue “Amiga”, pero también realizaba notas para suplementos como “Mundo Motor” y “Habitar”. Durante tres meses conformé un equipo de investigación, que entre otros temas trató el caso de los helicópteros Sikorsky, que se compraron en el tiempo de Vinicio Cerezo, los avances en procesos de paz (antes de la firma) y formas alternativas de generar energía eléctrica. En Al Día, en los primeros dos meses trabajé reportajes de salud, comunidad y seguridad para la sección Nacionales. Luego, espectáculos, salud, bienestar, belleza, moda y derechos de la mujer.

En Nuestro Diario, me concentré en espectáculos y modelos. Además de la sección Familia. En laguiadeguate.com tenía las secciones de libros, teatro y música. En Hoy, redacté y edité las secciones Espectáculos y Vida. En El Día a Día redacté reportajes acerca de los agujeros que se abrieron en ese tiempo en la ciudad y los placeres de los guatemaltecos. En Siglo 21, primero trabajé política cubriendo actividades y conflictos del Presidente y sus Ministros. Luego, en Vida, escribía acerca de cultura, espectáculos, salud, bienestar, psicología y social. En El Periódico (donde estuve solo tres meses) hice notas sociales y empresariales. Al volver a Siglo 21, retomé las cuestiones culturales.
Junto a Farah Illescas y Luis Molina,
captados por Gabriel Arana

¿Recuerdas cuál fue la entrevista más difícil que realizaste? Creo que fue una que me enviaron a hacer para quedar bien con un diputado, que había escrito un libro. No fue difícil entrevistarlo, pero yo no me identificaba con nada de lo que decía y de verdad, me costó mucho disimular mi desagrado por la imposición.

En relación a la anterior pregunta ¿Qué entrevistados han sido los que más recuerdas y por qué? Me encanta entrevistar artistas. Sobre todo cuando me identifico con sus fuentes de inspiración. Me acuerdo mucho de la entrevista con la actriz Mildred Chávez, que me contó todo acerca de su familia. También guardo en mis memorias la única que le realicé a Efraín Recinos, en la que descubrí que además de ser un genio, fue un hijo afortunado, porque su padre era un hombre que se empeñó en cuidarlo y cultivarlo. Alguien a quien también recuerdo es a Ricardo Andrade, un hombre joven con muchos sueños y talento, a quien le robaron las posibilidades. En Al Día le hicimos una serie de entrevistas a Alux Nahual en la que conocimos uno a uno a sus integrantes. Y ¿cómo olvidar a quienes tú me presentaste? Herman May, Roberto Rey, Aura Marina y tantos otros, dejaron también huella en mis historias.

Eres una chica tímida (me consta) ¿Nunca se te ha dificultado acercarte a la persona que vas a entrevistar? Te soy muy sincera. En mis primeros años sufría demasiado haciendo entrevistas. Me encantaba escribir, pero no entrevistar. Pero poco a poco, aprendí a encontrar en cada persona, un punto de identificación, y eso me ayudó, al punto de que en la actualidad disfruto mucho conversar con mis entrevistados.

Dentro de los diferentes cargos que has ocupado ¿Cuál es en el que mejor te has sentido? Es muy difícil decirlo, porque te diré que cuando trabajé en Amiga, me encantaba el reto de descubrir maneras distintas de decir las cosas. En Al Día, sin duda aprendí a hacerme responsable de las decisiones para dirigir un equipo y tuve la oportunidad de realizar proyectos muy interesantes. Siglo 21, a pesar de una etapa emocional algo extraña y dura, fue una escuela sumamente enriquecedora. Actualmente trabajo en el Ministerio de Cultura y Deportes y aquí también he aprendido muchísimo. Ahora, incluso, hago televisión con el programa “Matiz Cultural”.

¿Aparte del periodismo qué te gusta? Cocinar. No es que lo haga muy bien, pero me relaja y a veces me salen platos ricos.

Con ex compañeros de Nuestro Diario, 
en el tiempo que se hacía laguiadeguate.com

¿Qué opinión te merece el disco más reciente de Ricardo Arjona “Circo Soledad”?  Hay temas que te parecen que son la décima parte de la misma saga (jajajaja), como “Cada cual su vida”. Sin embargo, sí hay algunas canciones que me sorprendieron como “Vivir”, que se me hizo como balada corta venas de los años 1970. También “Sixto Pérez” que te refiere a salseros como Rubén Blades o la sentimental “El cielo a mi favor”. Me divirtió también ver cómo “no canta mal las rancheras” como lo probó en “Porque puedo”.

¿Alguna vez lo entrevistaste? Le hice preguntas en ruedas de prensa tres veces, e incluso, cuando vino a inaugurar o a visitar sus escuelas, le lancé unos cuestionamientos a gritos y respondió. Pero entrevista como tal, no. Cuando estaba en Al Día hicimos una serie acerca de él, de más de 50 capítulos. Entonces, su disquera nos ofreció una entrevista, en El Salvador. Pero los editores se tardaron mucho en autorizar el viaje y al llegar mi equipo allá, ya le habían dado la oportunidad a Nuestro Diario. En esa misma gira me ofrecieron un encuentro con él en el Teatro Nacional, pero otra decisión de los editores hizo que se nos cerraran las puertas. Así que no lo logré. En 2015 volví a trabajar una serie, ya no tan biográfica, pero sí de análisis de su música, sus motivaciones y por supuesto sus historias de vida y carrera, pero nunca me llegó la oportunidad de entrevistarlo.

¿Cómo se ve Ana Lucia Mendizábal dentro de 10 años, haciendo qué? Creo que seguiré trabajando en comunicación, porque es lo que sé hacer y me apasiona. Espero también tener un poco más de tiempo para vivir experiencias con mis cuatro sobrinas, que ya para entonces tendrán entre 15 y 25 años.

Este 2017 se celebran los cien años de José Ernesto Monzón ¿Tienes alguna canción que te guste de él?  Me gusta la ternura de “La Sanjuanerita” y admiro la versatilidad de sus temas y ritmos.

¿Lo conociste? Sí, pero no por razones periodísticas. Resulta que el esposo de mi tía era de Huehuetenango y en una ocasión, viajamos con él a ese departamento y se encontraron en la calle. Él nos invitó a llegar a su casa, nos mostró sus fotografías con los famosos mexicanos de los años 50 y 60. Fue muy amable y cariñoso con mi tío, a quien yo quería mucho.

¿Cuáles son las habilidades de Ana Lucía Mendizábal?  Creo que más que habilidades te diría que me caracteriza la perseverancia. Algunos, especialmente mis jefes te podrían decir que soy muy necia. Aunque soy llorona, me sé levantar y seguir luchando.

¿Cuántos años llevas dentro del periodismo? ¿Alguna vez has pensado que no te gustaba esta profesión? Hace 25 años empecé a trabajar como periodista. A veces esta profesión es muy dura, porque aparte de que te exige dedicarle mucho tiempo, no es bien remunerada y muchas veces sufres rechazo.  Sin embargo, a pesar de las crisis bastante cruentas que sufrí hace algunos pocos años, nunca quise dejarla. Es algo así como un vicio.

¿Puedes compartir un  mensaje con las personas que lean la entrevista? A veces más que los ojos y los oídos, para ser periodista y comunicador, lo mejor es abrir el corazón.

Agradezco a mi querida amiga Ana Lucia Mendizábal, el habernos compartido su historia y conocer más de cerca el trabajo que ha realizado a lo largo de 25 años.

Les invitamos para que se unan al grupo de "Artistas de Guatemala para el Mundo" en este link http://on.fb.me/1sn2wSf   el cual tiene como propósito compartir videos, fotos, anécdotas y todo lo de nuestros artistas en las diferentes décadas.

Hemos creado el grupo “Las entrevistas de Heidy” que pueden localizar en

También ponemos a su disposición el grupo “Un siglo de anuncios y algo más…”, un espacio donde pueden compartir o comentar los post que se publiquen http://on.fb.me/1vASm2g   

Las entrevistas las pueden leer en los siguientes links:



Entrevista realizada por Heidy Sandoval Ruiz

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