En la “Cara amiga de los invitados de Heidy”, hemos abierto un espacio
desde hace casi cuatro para promover el arte en todas sus manifestaciones,
razón por la que en esta oportunidad nos complace en traer a ustedes la
historia de Amarilis Barahona, una mujer
que ha encontrado la felicidad en el amor de sus hijos, la locución y la
poesía. Ella conversará con nosotros y
nos contará su historia.
Bienvenida Amarilis a este
espacio donde tú puedes decir lo que quieres y en otros lados no se puede.
Damos
paso a nuestra entrevista la que quiero iniciar preguntándote ¿Qué nos puedes
contar del barrio que te vio crecer? Primeramente quiero
agradecerte por la oportunidad de abrir
este espacio. Puedo decirte que aunque
el lugar donde nací es Zacapa, fui criada en el Puerto San José Escuintla, y
allí es donde pasé mi niñez hasta la adolescencia, ya que emigré a la bella
Ciudad de Antigua Guatemala a estudiar magisterio. En el Puerto San José fuimos una familia muy apreciada
por los porteños, mi padre fue maestro de
escuela en la localidad y siempre fuimos
bien respetados y amados por ellos. Es
un municipio al cual quiero mucho y recuerdo.
¿Qué
recuerdos tienes de tu niñez? Maravillosos
recuerdos. Tuve muchos amigos y amigas y
como éramos las hijas del profesor, las mamás les daban permiso para ir a jugar
a mi casa, no sólo conmigo sino también con dos de mis hermanas. Son muchísimas las anécdotas que vienen a mi
mente. Pero en concreto puedo resumir mi
niñez como algo que ya no se da en la actualidad, una niñez con un hogar
integrado, donde mamá y papá se respetaron siempre, donde hubo consentimiento
pero a la vez corrección, donde nunca tuvimos cosas de marca pero jamás
deseamos nada, porque mis papás siempre nos dieron lo necesario. Una niñez donde disfrutaba irme todas las
vacaciones donde mis abuelitos tanto maternos como paternos que vivían en una aldea
de Zacapa llamada Manzanotes, son recuerdos que nunca se borrarán de mi
mente. Teniendo barbies, allá gozábamos
jugar a las muñecas pero con piedras, jugábamos de tienda y panadería
utilizando la imaginación hacíamos panes
de masa de maíz. Son muchos los gratos
recuerdos.
¿Cómo
recuerdas a tus padres?
Gracias a Dios mis padres aún viven.
Los admiro muchísimo. Por un lado
mi papá siempre nos dio el ejemplo de ser íntegras en todo lo que hagamos. Ha
sido un padre muy responsable con mi mamá y nosotras (somos cuatro hermanas).
Una persona autodidacta, siempre consumiéndose los libros a bocanadas, un
hombre perfeccionista y conocedor de muchas cosas. Mi madre, un gran ejemplo de mujer. Trabajadora,
fue paciente con nosotras. La
admiro mucho porque a pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiar ( siempre deseó ser doctora) debido a que en
la aldea se tenía la idea de que la mujer era para los oficios domésticos, mi
madre siempre ha sido muy sabia, buena administradora, consejera y sabe tomar
decisiones; cualidades que no las da la Universidad. A ambos los recordaré como dos personajes a
quienes imitar y a quienes honraré siempre mientras viva.
¿Eran
estrictos o eran alcahuetas como se dice a quienes aceptan todo lo que hagan
los hijos? Alcahuetas, para
nada. No tuvieron la necesidad de ser
estrictos al extremo pero siempre nos mostraban lo que era bueno y lo que no,
lo que convenía hacer y lo que no. Con
su ejemplo era suficiente entender cómo teníamos que actuar. Recuerdo que cuando nos salíamos un poco por
la tangente con alguna travesura, mi mamá solo nos hablaba, seria pero de
cierto modo con amor, era fácil someternos a su autoridad, pero cuando
peleábamos entre hermanas y no le hacíamos caso, bastaba con que dijera; O se tranquilizan o le digo a su papá. Eran palabras mágicas pues mi papá no
escuchaba explicaciones y luego nos daba unos cuantos cinchazos bien plantados.
No nos quedaba otra más que hacerle caso.
En conclusión han sido padres que nos dieron libertad porque confiaron en nosotras pero jamás
confundimos libertad con libertinaje.
¿Cómo
fue tu carácter en la adolescencia? Pasivo, tolerante, muchas
veces no me defendí de las ofensas de otros jóvenes. Era miedosa, huía de tener problemas con
otros de mi edad, pues recuerda que muchos adolescentes son agresivos. Aunque soy extrovertida cuando hablo en
público, en asuntos de amor en mi adolescencia fui muy tímida, creo que en esa época
era bastante insegura de mí misma. Nunca
fui conflictiva ni violenta, aunque he de aceptar que sí algunas veces soy
enojada.
¿Te
gustaba participar en actividades en el colegio? Wow,
demasiado. ¿Quién
quiere salir en una obra para el día de las madres? Amarilis
¿Quién quiere declamar?
Amarilis jajaja, yo salía en casi
todo. Siempre disfruté de actuar,
declamar, bailar, era imparable en todo lo artístico. Creo que mi maestro de primero primaria (Profesor
Mario Enrique Martínez Lezana) fue el promotor de toda esa pasión por el arte,
por él me encantó dibujar, actuar, declamar, me motivó tanto que me hizo creer
que era buena para todo. En todos los
niveles escolares siempre participé, en básicos y diversificado ya me gustó la
oratoria, participaba en concursos tanto de poesía como de oratoria. Tengo algunos diplomas por ahí.
¿Recuerdas
el primer poema que escribiste? ¿Cómo no acordarme? Fue
a mis 15 años cuando me enamoré perdidamente de alguien por ahí, no digo su
nombre porque no quiero delatarme. El
poema se llamaba “Ella, tú y yo”, es lo
único que recuerdo, pues escondí tanto el papel donde lo escribí, ya que no quería que mi mamá lo
encontrara. Después olvidé donde lo
guardé y al final emigramos a la capital y nunca apareció. La verdad es que lamento que se haya perdido
pues fue un gran poema, muy bueno, quizá uno de los mejores que he hecho en
toda mi vida.
¿A quién se lo dedicaste? Bueno, no voy a decir el nombre, aunque
muchos que lo saben entenderán de quien estoy hablando. Fue mi primer y gran amor (al menos así lo
veía en aquel entonces) Lo conocí en una
piscina del Puerto de San José, él tenía 22 años y yo 15, me gustaba tanto, él
me enamoraba pero de una manera muy sutil, dulce, quizá porque yo era tan
ingenua. Nunca hubo una relación de noviazgo pues yo tenía miedo a que se
burlara de mí. Tiempo después supe que
en realidad me quería, pero yo ya había dejado atrás ese amor. Él fue el causante de mi primer poema, ese
poema que se perdió en el tiempo y en el espacio, ese poema que tuvo una sola
lectora, yo misma.
¿En
qué momento te das cuenta que quieres escribir poesía de una forma profesional? Bueno, humildemente te digo, no creo que el
poeta llegue a ser profesional en determinado momento de la vida. El don viene de lo alto, y cuando escribes
porque tienes ese talento nato en tí, fluye porque fluye. Te voy a confesar algo. Raras veces reviso y corrijo mi poesía (a no
ser la ortografía) Lo que me sale del alma lo plasmo en un papel y se queda tal
cual. No sé si lo hago profesionalmente
o no, solo dejo que mi corazón hable tal cual lo sienta. Creo que ese ha sido el secreto que ha
permitido que las personas disfruten lo que escribo, porque les trasmito esa
genuinidad, esa esencia mía. No me dejo
influenciar por ningún otro poeta por muy buenos que me parezcan. Creo que una misma debe reinventarse, ser
original, ni siquiera tengo un lineamento concreto en todo lo que escribo. Varío mucho mi poesía, todo dependerá de la
inspiración que surja en el momento.
Escribo sencillo pero con profundidad, no me gustan las palabras
rebuscadas que la mayoría no van a entender, me gusta llegar al corazón del
lector.
¿Qué
género te gusta escribir dentro de la poesía? Como te dije anteriormente, no me enmarco en
una sola línea. Simplemente escribo lo
que siento, sin pensar en un estilo definido.
Lo único que define mi poesía, es la sencillez, la ortografía, la
temática que casi siempre es espiritual o romanticismo, Ni siquiera me preocupo de ponerle rima
consonante, para mí es aburrida, eso sí, siempre tiene ritmo. Cuando escribes ni siquiera estás pensando en
que vas a usar metáfora, sinécdoque, metonimia y cuantas figuras literarias
existen, simplemente afloran sin que tú te des cuenta. Siento que los poetas que se dedican a esos detalles, ya no transmiten
con denuedo su sentimiento. Yo he leído poemas con palabras muy cultas,
bonitas, pero que al final ni siquiera entendí que relación tenía el titulo con
el contenido del poema. ¿Por qué? Porque
se pierde la esencia del poeta cuando se quiere alcanzar la perfección.
¿Cuántos
poemas has escrito a la fecha? Creo que más de 200 pues he perdido unos
cuantos por puro descuido. Algunos me
han dolido. Perdí 20 que escribí
directamente en mi computadora, se arruinó y ya no me rescataron el contenido
del disco duro. Había uno muy hermoso que se titulaba Mírate en mi espejo, me dolió tanto su pérdida, intenté escribirlo
de nuevo, pero ya no me salió tan impactante como el primero. Cada momento que te inspiras ya no te vuelve
a salir igual, si no lo plasmaste en un papel, imposible recordar con exactitud
lo que sentiste en ese momento de inspiración.
No sólo tengo esos poemas, he escrito varios discursos, cerca de 100
pensamientos o frases como le dicen algunos, dejé una novela a medias (La
inicié cuando tenía 16 años) y un libro.
¿Qué
te inspira escribir? El amor, el desamor, todos los sentimientos,
las injusticias, el dolor, lo divino,
mis hijos, mi futuro nieto, las tragedias humanas, todo aquello que tiene que
ver con lo bueno y lo malo de la vida.
¿Qué
es lo que tú anhelas con tu poesía? Muy buena pregunta. Lo primero es mostrar al mundo que para
escribir poesía solo tienes que hablar con el corazón, que la poesía es sublime, que no necesito
escribir erotismo para buscar reconocimiento.
En segundo lugar anhelo que muchos compartan mi poesía, porque estoy
segura que a través de ella puedo ayudar a alguien a sentirse mejor, a sentirse
identificado o identificada y por último, anhelo compartirla porque de nada
serviría tener el don y quedármelo yo solita.
¿Participas
en grupos poéticos? En
internet he estado en algunos grupos, pero la verdad casi no participo por
razones de tiempo y trabajo. Cuando
estuve en la Universidad de San Carlos
Ana María Rodas y Carmen Matute (excompañeras mías) estaban en un grupo
poético y una vez Ana María me invitó a unirme con ellos, pero mis miedos no me
dejaron, yo tenía 22 años ellas ya más de 35, no me hubiera sentido cómoda,
pero ellas crecieron en este bello campo.
Los miedos no son buenos, debemos aventurarnos, o se gana o se pierde,
pero eso lo entendí hasta ahora.
¿Qué
significa para ti plasmar los pensamientos, sentimientos y las emociones?
Significa no dejarlos en la nada, no perderlos, poder compartirlos con los
demás que disfrutan de ellos. Además es
una terapia para mi alma, para mi ser entero.
¿Qué
puedes contarnos de tu faceta como madre? Que me dediqué en
cuerpo y alma a desbordarme de amor por ellos.
Pasé muchas penas y amargos sufrimientos, pero ellos apacigûaron mis
penas y mitigaron mi dolor. Valió la
pena negarme a mí misma mis anhelos para ayudarlos a ellos a ser buenos seres
humanos. Quizá cometí muchos errores
como cualquier mujer al criarlos pero en el camino fui mejorando y corrigiendo
esos errores. Ahora disfruto al verlos, porque valió la pena esa negación a mí
misma, para que ellos sean lo que son ahora, hijos que honran a sus padres y
que jamás me han hecho pasar vergûenza.
¿Alguno
de tus hijos se inclina por la poesía? Mis dos hijas han escrito poemas muy
hermosos, pero no ha sido su prioridad.
La segunda de mis hijas lo ha hecho más contínuamente, pero le gusta más
hacer videos, cantar y salir en televisión. Mi hijo más pequeño es artista del
dibujo, es un dibujante apasionado, sin ser enseñado ha perfeccionado su
técnica. Disfruta inventarse mandalas y
hace dibujos surrealistas, se inspira pero para escribir canciones de rap.
¿Qué
música te gusta escuchar cuando estás inspirada? Para serte muy sincera, cuando me inspiro no
tengo música, simplemente escribo en la soledad y el silencio de mi habitación,
puede ser a cualquier hora. Recuerdo
que cuando tenía 16 años, muchas veces estaba dormida y me despertaba porque en
medio del sueño venían versos y me
levantaba inmediatamente a escribirlos para que no se me olvidaran, de hecho
hice varios poemas de ese modo. En mi
caso, no es la música la que me hace inspirar, es simplemente la nostalgia,
puede ser el enamoramiento o viene sin pensarlo.
¿Te
ha gustado el deporte?
No me apasiona realmente. Puede
entretenerme, pero no es algo que me llame la atención como lo hace el
arte. Mi lado es más artístico que
físico. De hecho odiaba recibir
educación física, siempre creí que era muy débil para hacer deporte, era
bastante delgada. No quiere decir que lo
deteste.
¿Qué
te pone triste, alegre o te enoja? Triste: que alguien a quien yo quiera mucho
genuinamente, me decepcione o me responda
pesado. Alegre: el sentirme
amada, admirada o apreciada. Me enoja:
la mentira, la indiferencia, la falta de colaboración, la pereza, la obscenidad
y la injusticia.
Pero
también te gusta la locución ¿Qué nos cuentas al respecto?
Añoro volver a estar en radio. Fue una
oportunidad que se me presentó en casa y ni lenta ni perezosa dejé ir la
oportunidad. Me invitaron a leer mi
poesía en Radio Faro Cultural, el poeta Rodimiro Gramajo de
Quetzaltenango. Le gustó mi voz y mi
forma de leer mi poesía que volvió a invitarme nuevamente, a la tercera vez me
propuso acompañarlo en el programa ya como conductora con él. Ha sido una experiencia maravillosa,
experiencia que anhela mi corazón, pero que infortunadamente tuve que dejar,
pues ahí lo hacía por amor al arte no por un sueldo, pero me llamaron para
trabajar en el colegio que ahora estoy y ya no pude seguir en la radio, fue una
experiencia que dejó marcada mi vida, lo disfruté en cuerpo y alma.
¿Has
escrito algún libro? Sí,
hace aproximadamente seis años Dios me permitió escribir un libro testimonial y
motivador. Lamentablemente no es fácil,
no basta con tener el talento, el factor económico me lo ha impedido, pero
tengo la esperanza de imprimirlo muy pronto para que muchos puedan leerlo. Sé que ese libro aportará a nuestros
compatriotas un deseo por salir adelante con la ayuda de nuestro Creador.
A
propósito ¿Crees en Dios?
Por supuesto que mi respuesta es un rotundo SÏ, no concibo la vida sin
Él, me es imposible pensar que hayan personas que no creen en que Dios es real
y poderoso. Él ha sido mi respaldo en
momentos difíciles y ha sido mi gozo en momentos buenos. No sólo creo que existe sino también creo en
sus promesas.
¿Qué
le aconsejarías tanto a jóvenes como a personas adultas que tienen el deseo de
escribir poesía? Que
no dejen de hacerlo por miedo al qué dirán, pero si lo hacen, que se preocupen
de aprender ortografía. Me da mucha pena
ajena cuando leo poemas buenísimos pero que llevan una gran carga de errores
ortográficos, eso le quita profesionalismo al escritor. Y que no imiten a otros, cada uno tiene lo
suyo. Me molesta que alguien quiera
cambiar mis palabras por otras, según ellos, más bonitas, pero entonces dejaría
de ser mi propio estilo. Si lo van a
hacer, que lo hagan como les fluya de su interior.
¿Puedes
enviar un mensaje a quienes lean esta entrevista? Claro.
Mi agradecimiento muy sincero por tomarse el tiempo para leer esta
entrevista. Los invito a la vez, a que
lean mi poesía y mis pensamientos en la página de facebook Poesía de Mujer-Amarilis Barahona, y si
pueden darle like mucho mejor. A tí
Heidy, mi agradecimiento por haber hecho el tiempo para esta entrevista y
haberla compartido con tus lectores.
Agradezco a Amarilis el
haber compartido parte de su historia y aprovecho para desearle muchos éxitos
en lo que emprenda tanto relacionado con la poesía como con la comunicación.
Les invitamos para que se
unan al grupo de "Artistas de
Guatemala para el Mundo" en este link http://on.fb.me/1sn2wSf
el cual tiene como propósito compartir
videos, fotos, anécdotas y todo lo de nuestros artistas en las diferentes
décadas.
Hemos creado el grupo “Las entrevistas de Heidy” que pueden
localizar en
También ponemos a su
disposición el grupo “Un siglo de
anuncios y algo más…”, un espacio donde pueden compartir o comentar los post
que se publiquen http://on.fb.me/1vASm2g
Las
entrevistas las pueden leer en los siguientes links:
Entrevista realizada
por Heidy Sandoval Ruiz
Toda publicación es responsabilidad de la Administración