En la “Cara amiga de los invitados de Heidy”, presento en esta oportunidad a uno de los directores y productores más importantes del teatro nacional. Este año cumplió el pasado 18 de enero 42 años en las que se inició en las aulas de la Academia de Arte Dramático de La Universidad Popular. Nuestro invitado de lujo: Guillermo Ramírez Valenzuela, de quien conoceremos muchísimos aspectos de su vida personal y profesional.
Doy la bienvenida a este espacio donde se puede decir lo que se quiere y en otros lados no se puede a nuestro amigo Guillermo a quien hoy siii…conoceremos algunos detalles de los que por primera vez habla, pues hace ya un buen tiempo que nos conocemos pero por cuestiones del destino nos hemos distanciado sin embargo, aprovecharé esta entrevista para conocer parte de tu vida.
Mañana coincidentemente es tu cumpleaños y precisamente la primera pregunta es ¿Cómo fue tu niñez, cómo recuerdas a tu familia, en qué lugar vives esta etapa de tu vida? Parte de mi niñez la pasé entre la capital y unos pocos años en Jalapa, por el trabajo de mi padre, de hecho mis hermanas, Sandra y Verónica nacieron allá. Al volver vivimos en el centro y luego en la Colonia Centroamérica a partir de los ocho años. Mi padre siempre fue mi ejemplo, un hombre sabio que se convirtió en mi mejor amigo y mi madre una mujer que me inculcó la disciplina y el amor al arte, en especial a la música clásica.
¿Consideras que desde muy joven sentiste la pasión por el teatro? En mi familia materna siempre oí hablar de teatro, en la casa de mis abuelos en la 5ª. Av. de la zona uno, ensayaba doña Adrianita Palarea. Mi padre escribía poesía y mi madre tocaba el piano, siempre estuve rodeado de arte.
A propósito ¿Participabas en tu época de estudiante en actividades culturales? Recuerdo que en cuarto primaria se abrió un concurso de ensayo, a nivel nacional, sobre doña Dolores Bedoya, mi padre me llevaba a la biblioteca para investigar, resulté ganando del primer lugar y el acto de premiación fue en el Escuela Dolores Bedoya. Luego participé en todas las actividades teatrales del Colegio Italiano, de donde salí de Bachiller en Ciencias y Letras.
¿Recuerdas cuáles eran los teatros que estaban en su apogeo en la etapa de tu juventud? Recuerdo mucho al Conservatorio Nacional de Música donde se presentaba la Compañía de teatro para niños bajo la dirección de Miguel Cuevas. También recuerdo a la U. P. y al TAU.
¿Cuál fue la primera obra que viste y pensaste ooohhh maravilla quiero ser artista? Me encanta tu pregunta, la primera obra que tengo recuerdo fue Los Mellizos de Plauto en el Conservatorio Nacional de Música, solo recuerdo que Salomón Gómez me impresionó y supe que yo quería hacer lo mismo. Años más tarde, por esa misma obra, gané mi primer Opus al mejor director.
Te cuento que tenemos en común algo, los dos somos egresados del Colegio Italiano de Guatemala, solo que cuando te graduabas yo entraba a 2º. Básico. Pero ¿Qué pasos son los que sigues después de graduarte del colegio? Todavía no sabía exactamente que quería, así que empecé en Ingeniería, luego me pasé a Arquitectura, trabajé en Publicentro, estudié en el Conservatorio, hasta que entré a la Academia de Arte Dramático de la U. P. Ahí descubrí lo que sería el resto de mi vida. Luego gracias al PLART me licencié en Arte, especializado en teatro.
Precisamente en esta etapa de tu vida ¿Qué lugares te gustaba frecuentar entre discotecas, restaurantes o lugares de moda? Las discotecas nunca me gustaron. Me gustaba El Fogón, el Fulo Sho, Las Vegas, ir al cine, al estadio, recuerdo con especial añoranza los conciertos nacionales de rock que se presentaban en el Capitol, con los mejores grupos de la época como SOS, Apple Pie, Santa Fe y tantos otros.
¿Qué traigo a tu mente si te menciono Universidad Popular? Mucho dolor, te explico, yo entré a la U. P. en el año de 1975. Sus fundadores imaginaron una Universidad para el pueblo, así se conservó bajo la secretaría general de don Eloy Amado Herrera, luego decayó profundamente con Rodolfo Mejía Morales, luego entró al rescate René Molina y con él termina el sueño de sus fundadores. Hoy la U. P. está tomada, asaltada, robada; la convirtieron en sociedad anónima y hoy es un negocio obscuro para sus dirigentes.
¿Qué recuerdos tienes del maestro Rubén Morales Monroy? El maestro, como le gustaba que le dijeran, era un hombre diferente, con una disciplina inquebrantable y un carácter insoportable. Es admirable a donde llegó solo habiendo cursado cuarto de primaria, él mismo nos contaba que fue mensajero del Palacio Nacional. Era un gran director, un pésimo maestro y un gran amigo.
Si tuvieras que agradecer a tus maestros de teatro ¿A quiénes agradecerías sus enseñanzas? A todos, pero en especial hubo dos maestros, uno en el Colegio Italiano, el maestro Ramiro Bonilla, que me enseñó lo más importante, a pensar, y en la U. P. a Rodolfo Mejía Morales, quien me enseñó los secretos del escenario.
A propósito ¿Te gusta compartir tus conocimientos? Siempre, creo que eso me caracteriza, he dado clases en la U. P., en la Escuela Superior de Arte de la USAC, en Escenarte y he impartido una infinidad de talleres en la Muestras Nacionales de Teatro.
¿Cuéntanos de tu experiencia en Teatro Producciones Candilejas? Me vi obligado a fundar mi grupo porque Rubén Morales Monroy nunca me dejaría dirigir para adultos en la U. P. Él mismo me dijo que si lo hacía él se quedaba sin trabajo. Siempre me río con este recuerdo. En 1982 empecé con mi grupo en el teatro del IGA, han pasado muchos años y muchas obras, la última fue Adulterios de Woody Allen.
¿Alguna vez representas a Guatemala en algún festival de teatro? Varias veces, creo que la primera vez fue con La muerte y la doncella de Ariel Dorffman en Venezuela, luego el maestro Joaquín Orellana me invitó a dirigir su obra La tumba del gran lengua, con la cual asistimos al Festival de Cádiz, España y por último fue con Una mariposa en la ventana de la tan querida y recordada Luz Méndez de la Vega en El Salvador.
¿Cuéntanos de la película “Dónde acaban los caminos”? Un día Mario Monteforte Toledo me llama y me dice, venite a almorzar porque vamos a hacer una película. Solo Mario podía hacer eso a sus 88 años de vida, me tocó conseguir productor, y luego conformamos todo el crew, fue difícil conseguir director pero por fin encontramos a Carlos García Agraz. Hice muchos trabajos en esta película, primero empezar con Mario, luego me dediqué a hacer el casting, después fui Director de Arte y al final el Director me pidió que me encargara de la Dirección de actores, Carlos no entendía como los guatemaltecos hablábamos de tú, usted y vos y encima los personajes indígenas hacían enormes pausas, ese fue el trabajo que más disfruté en la película. “La televisión es la capilla, el cine la iglesia, pero el teatro… es la catedral”.
¿Tienes preferencia por algún género en particular? Por supuesto, me encanta la tragedia. Y mi sueño no cumplido sería dirigir una ópera.
¿Cómo surge la idea de llevar “La Chunga” a escena? ¿Cómo se selecciona el elenco? Y ¿la escenografía a cargo de quien estuvo? Acababa de leer La Casa Verde de Mario Vargas Llosa e investigando me enteré que él mismo había hecho su versión teatral, al leerla me encantó. El elenco fue muy fácil de integrar, no había tantos actores como ahora y todos nos conocíamos. Fue una puesta muy hermosa.
¿Cómo surge la idea de abrir el Teatro Las Américas? Resulta que con Jorge Ramírez, hicimos una puesta en escena en la Bodeguita del Centro, ahí empezó una larga sucesión de éxitos de taquilla: La Epopeya de las Indias españolas, El Show de Cretina, Guatemala en pelota y tantas otras que hicimos en el teatro del IGA y era tanto el éxito que decidimos rentar nuestro propio teatro. Lo abrimos en sociedad a finales del 99 y lo devolvimos en el 2005. No nací para administrador.
¿Cuántas obras has dirigido y producido con Teatro Producciones Candilejas? No llevo la cuenta, cuando llegué a cien, dejé de contar.
¿Hay alguna puesta en escena que haya superado las expectativas en cuanto a éxito se refiere? Puedo mencionar dos, la primera fue, sin duda, El Rey de la Altanería, de Miguel Ángel Asturias, ese montaje lo realicé por invitación de Roberto Oliva, quien en ese momento era Director del CCMAA, y se hizo en festival de cuatro obras de nuestro premio Nobel. El montaje fue en la Gran Sala del CCMAA y fue un éxito tremendo, tanto de público, como la calidad del montaje, ha sido la obra más grande que he dirigido. Luego Una Mariposa en la Ventana, el éxito se debió al hermoso texto que escribió Luz y a la magistral interpretación de Lucy Guerra.
¿Qué reconocimientos has recibido? Han sido muchos, pero los más importantes: cuatro Opus, dos Arcoiris Maya, la Medalla Hugo Carrillo que otorgaba EL Ministerio de Cultura y Deportes a la gente destacada en el teatro, la medalla la Revista de Naciones que otorga María Eugenia Gordillo, otra medalla que otorgaba César Chupina, en fin, han sido muchos reconocimientos.
¿Qué proyectos tienes para este 2017? Llevo tres años investigando y trabajando mi obra sobre uno de los personajes más controversiales de la historia: Calígula, el año pasado la propuse al CCMAA y la respuesta del Director Arq. Álvaro Veliz fue favorable, pero no me dieron fechas, este año he llamado al teatro infinidad de veces, le he escrito al Arq. Y no obtuve respuesta.
Por otro lado Geraldina Bacca Spross me invitó a dirigir Mujercitas de Louisa May Alcott en el mes de noviembre en el auditorium de la Universidad Francisco Marroquín.
¿Cómo definirías el carácter del productor o el director? El Productor es la persona que debe solucionar todos los requerimientos del Director y éste es el creador. Me ha tocado muchas veces realizar los dos roles. Conforme pasan los años he descubierto que ser temperamental obstruye tu trabajo, hoy defino con mayor madurez mi trato con los actores y técnicos a la hora de la puesta en escena.
Y ¿Celebras tu cumpleaños o eres de las personas que no celebra? Me encanta celebrar mi cumpleaños.
¿Alguna vez pensaste en ser cantante? Fíjate que cuando estudiaba arquitectura, en los períodos libres nos juntábamos con los compañeros a cantar, en una oportunidad a un hijo de la recordada Frida Henry y a mí, nos llamaron para pertenecer a la orquesta de Bob Porter, pero yo desistí por cuestiones de tiempo.
Y ¿Del amor que nos cuentas? Tener amor es el estado perfecto del ser humano. No me puedo quejar, creo que lo he tenido toda mi vida y hoy lo comparto con María Renée Batlle.
¿Puedes enviar un saludo para quienes leen nuestra entrevista? Primero quiero agradecerte a ti, Heidy Sandoval Ruiz, porque desde que te conozco, en los estudios de Cuestión de Minutos, siempre has apoyado el arte nacional, con la amabilidad y el profesionalismo que te caracterizan. Sigue adelante.
Un saludo a todos tus lectores y difundamos estas entrevistas por las redes sociales, para que el arte nacional tome el lugar que se merece.
Agradezco a mi amigo Guille el habernos permitido conocer parte de su vida en varios aspectos. Desearte muchos éxitos y un felizzzz cumpleaños!!!!!
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Las entrevistas las pueden leer en los siguientes links:
Entrevista realizada por Heidy Sandoval Ruiz
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