Italia
sobresale en general en el panorama cultural europeo de los siglos XV y XVI,
pero especialmente ; por ser el inigualable escenario de un período de
innovación en las artes, que da origen al estilo renacentista.
Durante
estos dos siglos, la península itálica fue una de las regiones europeas con
mayor nivel de desarrollo urbano. Dos de sus principales poblaciones, Florencia
y Venecia, con una cultura marcadamente mercantil, que valoraba el éxito, se
consideran como las ciudades renacentistas por excelencia.
En
este curso enfatizará el análisis de la producción plástica de las dos: abarca
desde el estudio de los cuadros pequeños e íntimos, apropiados para los
espacios domésticos, hasta las obras de carácter monumental, como los frescos
realizados por Rafael de Urbino para las Estancias Vaticanas.
A
fin de comprender el significado que las pinturas y esculturas tienen, tanto
para sus creadores como para los mecenas, es indispensable reflexionar sobre
sus distintos usos: devocional, didáctico, de propaganda política, generación
de placer visual, etc.
En
la Italia renacentista el arte floreció gracias al estímulo que los mecenas
brindaron a la creación artística. Ello explica que las pequeñas cortes de
Ferrara, Mantua y Urbino se convirtieran en destacados centros artísticos,
aunque hayan tenido un reducido número de pintores nativos. Estas reflexiones
nos remiten a los diferentes sistemas de patronazgo, que analizaremos por
separado.
Durante
el Renacimiento surgieron nuevos géneros artísticos, se rescataron tipos
escultóricos de la antigüedad clásica y se produjeron innovaciones técnicas.
"Artistas
y mecenas del renacimiento Italiano", impartido por Gustavo Ávalos, a
partir de mañana miércoles 19 de septiembre.
6
sesiones
Miércoles
19 y 26 de septiembre; 3, 10, 17 y 24 de octubre
Horario
de 10:00 a. m. a 12:00
Público
Q775
Estudiantes
y/o guías de turismo Q580
Parqueo,
tarifa única por sesión Q40
Para
más información: 2338-7896
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